jueves, 11 de noviembre de 2010

Contexto literario - 2


El valor del libro de Números no disminuye debido a que registra detalladamente el período nómada de la historia de Israel, lo que constituye un relato que en la actualidad estimula la fe de todo fiel creyente.

Por medio de este registro imparcial llegamos a conocer la vida y las vicisitudes del pueblo hebreo bajo la conducción de Moisés. Este talentoso autor escogió su material y lo dispuso dirigido por la inspiración del Espíritu Santo. Moisés fue un digno narrador de la historia y el carácter del pueblo hebreo, como también un dirigente capaz, que, conducido por Dios, lo llevó a una unidad religiosa coherente que el tiempo y las desgracias no pudieron disolver.

Así tenemos en el libro de Números una narración inspirada, cuya verosimilitud histórica no puede desecharse livianamente.Se ha uniformado el texto del libro. Fue escrito con verdaderos caracteres hebreos antiguos, y corresponde con el texto tal como existió alrededor de 330 AC. Parece haber sufrido relativamente poco por sencillos errores de transcripción. Las variaciones en ciertos manuscritos son pocas, y de escasa importancia.

Las fechas que pudieran asignar los eruditos a cualquiera de las fuentes que Moisés pudiera haber usado bajo la inspiración del Espíritu Santo, en el mejor de los casos podrían ser sólo provisorias y aproximadas.

Contexto literario - 1


Números es el cuarto libro del Pentateuco, que es el nombre que reciben los cinco libros de Moisés. El título "Números" se deriva del título Arithmói, de la Septuaginta, luego del latín Numeri, del cual se ha traducido "Números". Los hebreos llamaron al libro Bemidbar, "en el desierto".
El nombre español del cuarto libro del Pentateuco procede del latino Liber numerorum ("libro de los números"), tomado a su vez del griego Arithmo (LXX), que significa "números". Este título responde a la presencia en el texto de dos censos del pueblo de Israel (cap. 1 y 26), al reparto del botín de guerra tras la victoria de los israelitas sobre los madianitas (31) y a ciertas precisiones de orden cuantitativo relacionadas con los sacrificios y las ofrendas (7; 15; 28–29). En hebreo, el título del libro es Bemidbar (lit. "en el desierto"), referencia expresa a la región sinaítica en la que se desarrollan los acontecimientos objeto de la narración.
Los libros precedentes del Pentateuco presentan la narración de la historia de los antecesores de Israel, desde la creación, y continúan a través del cautiverio en Egipto y el éxodo, hasta la peregrinación en el Sinaí, donde el libro del Exodo deja a los israelitas. Números comienza en el Sinaí con el censo de los varones adultos, añade reglamentos adicionales además de los enumerados en Levítico, traza la marcha desde el Sinaí, la peregrinación por el desierto, hasta la llegada a las estepas de Moab, y termina con un conjunto de reglamentos.
Es un libro viviente, una inspiración espiritual para los seres humanos a través de la historia. Su objetivo principal es exaltar a Jehová como Dios supremo, en toda su santidad, majestad y cuidado por su pueblo escogido. Juntamente con el progreso maravilloso de ese pueblo, está la rebelión de Coré, Datán y Abiram, con sus motivos y propósitos egoístas. En el marco de fondo está el pueblo murmurando y manifestando falta de paciencia. Se destacan Moisés, María y Aarón, Balaam, los hijos de Aarón, dirigentes religiosos con sus puntos fuertes y débiles. El registro termina con la supremacía de Moisés como dirigente escogido por Dios para Israel.
La morada de Jehová en medio de los israelitas, sus planes cuidadosos y minuciosos en favor de ellos, los conmovedores sucesos que afectaron a individuos destacados, sacerdotes y levitas se desenvuelven como un cordón humano divinamente señalado para que no hubiera más "ira sobre la congregación". Todo esto contribuye a dar una descripción espléndida en una narración vívida del más profundo valor religioso para la iglesia de hoy, relato que descansa sobre el hecho histórico de la morada de Dios entre su pueblo.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Contexto histórico


El obstáculo y la desgracia del desaliento y de las murmuraciones volvieron a surgir, esta vez en un momento muy inoportuno, puesto que el pueblo ya había comenzado la marcha. Había dejado el monte de Hor y estaban por rodear la tierra de Edom, no podemos definir si lo hacen por el oeste o por el este. El pueblo quedó desprovisto de agua y pan, y estaban hastiados del maná. Por hablar contra Dios y Moisés, los juicios de Dios cayeron sobre ellos a través de una plaga de serpientes cuyas mordeduras fueron fatales para buena parte del pueblo. Aun se conoce esta zona por la presencia de numerosos reptiles venenosos.


A través de esta plaga Dios estaba repitiendo la verdad inmutable y universal de que el pecado produce juicio sin importar la zona en donde se comete. La presencia de Dios con el pueblo no era licencia para cometer los antiguos pecados del desierto. Respondiendo a la confesión del pueblo atemorizado, y a la fiel intercesión de Moisés, Dios estableció una condición para la liberación del pueblo. Una serpiente de bronce, de aspecto ardiente, debía ser hecha y colocada sobre un poste. Si alguien era mordido por una serpiente viva debía mirar sin detenimiento la serpiente de bronce alzada.


Es un hecho sabido que en aquellas tierras, la mayoría, sino todas las religiones antiguas, sostenían que la serpiente poseía sanadores, y que en consecuencia, era digna de adoración. La serpiente de bronce que Moisés levantó por orden de Dios no era, ni en lo más mínimo, una alusión a esta práctica. El objeto escogido fue una estatua representando una serpiente, correspondiendo así a la plaga de las serpientes ponzoñosas que habían caído sobre el pueblo. Era una escultura fría, carente de vida, para representar lo que Dios podría hacer por los israelitas, es decir, tomar la mordedura ardiente y remediar la situación del envenenamiento. De hecho cuando los israelitas comenzaron a considerarlo como objeto de adoración, el rey Ezequías lo destruyó (2 Rey. 18:4).


De esta forma la plaga de las serpientes fue una nueva experiencia crítica para los israelitas al volver a tomar el rumbo a Canaán. La marcha habría podido terminar allí sino fuera por la gracia divina y la fe personal de cada individuo.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Las variantes del texto



La perícopa de Números 21:4-9 es bastante estable escristurísticamente tanto en la masora qetanab, donde las referencias son tan solo estadísticas, como en el aparato crítico. En este último aparecen algunas las variantes textuales significativas que serán presentadas.

Nm 21:5. la palabra hebrea que aparece es למה, “por qué” y en referencia a esta palabra encontramos que en el Códice Vaticano se agrega la palabra griega touto “esto” comparándolo con Números 20:5. al parecer no afecta significativamente la compresión del texto.

Nm 21:5. A su vez la palabra hebrea העליתנו, “nos hiciste subir”, hiphil perfecto 2da persona masculino con sufijo 1er persona del plural. Por su parte la Septuaginta traduce como un verbo indicativo aoristo de la segunda persona del singular: “nos trajiste fuera”.

Nm 21:5. La palabra hebrea למות, “para morir” es traducida en la Septuaginta como άποκτεινάι , “para matarnos” (verbo infinitivo aoristo activo). De esta forma se percibe un Dios que busca la ruina de su pueblo y los saca al desierto para matarlos. El verbo presenta cierta intensidad y aparece también en la LXX en Números 20: 4. Sin dudas esta es una de las variantes más fuertes que intensifica la experiencia del pueblo de Israel en el desierto y refleja el espíritu del pueblo que ante las dificultades pensaba que Dios y Moisés los sacaron al desierto para destruirlos y quedarse con sus pertenencias.
Nm 21:6. Se traduce השרפים, “las ardientes” en la LXX como τους θάνάτουντάς, “colocadas para producir muerte” “mortíferas” presentando diferentes referencias en donde aparece dicha expresión: Marcos 14:55; Lucas 21:16; 2 Corintios 6:9.

domingo, 24 de octubre de 2010

Comparando Versiones (2)...


La Biblia de Jerusalén y la Bover Cantera, traduce como “Hor la montaña”, mientras que las demás versiones se inclinan por traducir “monte Hor” (Torres Amat, Nueva Versión Internacional y Valera 1960).
En cuanto al estado de ánimo del pueblo en el desierto la Biblia de Jerusalén propone que “el pueblo se impacientó”, línea que sigue la Nueva Versión Internacional. Por su parte la Torres Amat nos manifiesta que el pueblo “empezó a enfadarse”. Y la Bover Cantera propone que “el pueblo se desalentó”, pensamiento que se ve manifestado en la Valera 1960.
En cuanto a la recriminación del pueblo a Dios y a Moisés las versiones modernas traducen: “¿por qué nos habéis sacado de Egipto para morir en este desierto?” (Biblia de Jerusalén, Bover Cantera) Por su parte la Nueva Versión Internacional traduce: ¿Para qué nos trajeron ustedes de Egipto a morir en este desierto?; y la Valera 1960 no propone una traducción tan diferente a la NVI.
La Biblia de Jerusalén llama al pan del Cielo como “manjar miserable”, teniendo una breve diferencia con la Bover Cantera ya que se traduce como “alimento miserable” y la Torres Amat: “manjar sin sustancia”.
En cuanto a la denominación de que fue lo que mandó el Señor la Biblia de Jerusalén, la Bover Cantera y la Torres Amat traducen que Dios envió “serpientes abrasadoras”. La Nueva Versión Internacional propone “serpientes venenosas” y la Valera 1960 es bastante fiel al original “serpientes ardientes”.
Luego de ver que muchos del pueblo morían a causa de la mordedura de las serpientes, reconocieron su pecado contra Dios y contra Moisés, y se acercan a fin de pedir misericordia. Le ruegan a Moisés que "interceda" (Biblia de Jerusalén), "suplique" (Torres Amat), "ruegue" (Bover Cantera, Nueva Versión Internacional y Valera 1960) por ellos.
Su pedido es que “aparte las serpientes” (Biblia de Jerusalén, Bover Cantera, Nueva Versión Internacional y Valera 1960) o “aleje las serpientes” (Torres Amat).
La serpiente debía ser colocada sobre un mástil según la Biblia de Jerusalén. La Torres Amat propone que debería ser colocada “en alto para señal” o sobre una “pértiga” como traduce Bover Cantera. La Nueva Versión Internacional o la Valera 1960 traducen “asta”.



Hemos presentado las diversas traducciones, tanto antiguas como modernas, a fin de conocer las diferentes propuestas de traducción a lo largo de las edades.

Proximamente un estudio de la variantes textuales...

Comparando versiones…


A continuación se expone una comparación de las versiones de la Biblia del texto que es objeto de estudio: Números 21:4-9.
Para este análisis del texto se consultaron la Septuaginta (traducción del Antiguo Testamento al griego), la Peshita (traducción del Antiguo Testamento basada en escritos arameos) y la Vulgata (traducción al latín de la Biblia) en representación de las versiones antiguas.
Además serán consultadas las versiones más modernas: Biblia de Jerusalén, Torres Amat, Bover Cantera, Nueva Versión Internacional y la Reina Valera de 1960.

La LXX, al igual que el texto hebreo, propone que los israelitas avanzaron desde Hor, la montaña; y por otra parte la Peshita y la Vulgata se inclinan por traducir el “monte de Hor”.
Todas las versiones coinciden en que la historia se desarrolla camino del Mar Rojo mientras se bordeaba la tierra de Edom, a excepción de la versión moderna consultada de Torres Amat (de la tierra de la Idumea).
El texto hebreo propone que en el desierto se “acortó el alma del pueblo”, haciendo referencia al estado de ánimo de los israelitas. La LXX propone que “el pueblo se impacientó”, mientras que la Peshita propone que el pueblo “estaba fastidiado”.
En el versículo 5 el pueblo murmura contra Dios y contra Moisés preguntándose el por qué de esta situación de necesidad. En hebreo al igual que en la Peshita y en la Vulgata se puede traducir “¿por qué nos sacaste de Egipto para morir en este desierto?”. Por su parte la LXX agrega un énfasis muy interesante: “¿por qué nos trajiste desde Egipto para matarnos en este desierto?”
Se manifiesta el descontento del pueblo ante el maná. El texto hebreo se refiere al “pan liviano” o sin valor (חפלפל בלחם). La LXX habla de un pan hueco, vacío o liviano. La Vulgata propone “super cibo isto levissimo”, prácticamente una traducción similar. La Peshita propone traducir al maná como la “comida miserable”.
Todas las versiones, tanto el texto original como las diversas traducciones sostienen que las serpientes las envió Dios, Yahvéh o el Señor.
En el texto original dice que Dios envió השרפים הבחשים את - “las serpientes, las ardientes”. La LXX simplemente coloca serpientes y la Vulgata traduce de igual manera. Por su parte la Peshita traduce “feroces serpientes”.
Luego que las serpientes comenzaron a morder al pueblo y causar la muerte de varios israelitas, ellos reaccionan acercándose a Moisés y reconociendo su pecado contra Dios y contra él. Le piden que interceda (חתפלל) ante Dios por ellos, la Peshita se suma a esta traducción. La LXX traduce "ora"; al igual que la Vulgata. Por la intensidad de dichos verbos se percibe un tinte de desesperación.
El pedido del pueblo es que Dios “quite de sobre nosotros la serpiente”
את־הבחשֿ מעלינו ויסר . Por su parte la LXX propone que sea quitada “la serpiente”.La Peshita y la Vulgata traducen: “las serpientes”.
Por orden de Dios se debía colocar la serpiente de bronce en un נס , estandarte, señal. La LXX traduce al griego: "como una señal"; la Vulgata se adhiere a esta traducción. Por otra parte la Peshita dice sobre un “asta”.

viernes, 15 de octubre de 2010

Saboreando el idioma del Maestro...

ויסעו מהר ההר דרך ים־סוף לסבב את־ארץ אדום ותקצר נפש־העם בדרך׃
וידבר העם באלהים ובמשה למה העליתנו ממצרים למות במדבר כי אין לחם ואין מים ונפשנו קצה בלחם הקלקל׃
וישלח יהוה בעם את הנחשים השרפים וינשכו את־העם וימת עם־רב מישראל׃
ויבא העם אל־משה ויאמרו חטאנו כי־דברנו ביהוה ובך התפלל אל־יהוה ויסר מעלינו את־הנחש ויתפלל משה בעד העם׃
ויאמר יהוה אל־משה עשה לך שרף ושים אתו על־נס והיה כל־הנשוך וראה אתו וחי׃
ויעש משה נחש נחשת וישמהו על־הנס והיה אם־נשך הנחש את־איש והביט אל־נחש הנחשת וחי׃