jueves, 30 de octubre de 2008

La historia de mi vida...

No es para darte lástima no nada de eso…pero es una experiencia que me llena los ojos de lágrimas y me emociona…pero me hace feliz porque veo la vida de una manera distinta…

Era un sábado a la tarde, habíamos salido de la iglesia, como de costumbre, almorzamos en casa…dormimos la tradicional siestita, y a la tarde retornamos a la iglesia a un seminario que se estaba dictando…

Veo que mi madre sale media descompuesta, no le di mucha importancia, pensando que estaba mal del estómago…

Minutos después las hermanas de iglesia la socorrieron, la sentaron el hall, le aplicaron compresas y llamamos a la emergencia médica que estaba enfrente. Los médicos cruzaron rápidamente, la cargaron en la camilla y la llevaron a sus consultorios.

Le tomaron la presión, la tenia muy baja, se durmió en un sueño profundo y no se levantó más de la camilla.
La trasladaron a terapias intensivas del hospital.

Papa trabajaba, todo el día en la calle, y en los momentos libres iba al hospital… yo estudiaba, pero cocinaba, limpiaba mi casa…y al hospital a la noche…
Nueve días pasaron donde estuvimos orando por mi mamá…nueve días donde vimos el cariño de nuestros hermanos en la fe… no saben lo bien que me hicieron… y les agradezco mucho…

No se borrará más de mi mente, la imagen de mi mamá llena de tubos, su pecho levantándose más de lo normal porque le entraba a presión el oxígeno…
Pico de presión, derrame cerebral, infarto…y mi madre en coma profundo…

Según los médicos...no hay chance…hay mucha sangre…no se puede hacer nada…no se puede operar…
Según la fe…puede haber un milagro…porque lo que es imposible a mis ojos, es la especialidad de Dios de trasformarlo en una realidad.

Miércoles de noche…ya cansando le pedí a mi amigo q me llevara a casa…cuando me estaba por ir… papá grita y sale corriendo…

Mama, falleció…
Una sensación media extraña se sintió…no sabía que hacer…
Un abrazo interminable me unió a papa, otros con los tíos, otros con la abuela, otros con amigos…
Otra imagen que no se borrará de mi mente… mi mamá en el amorgue esperando que la empresa velatoria la llevara a la sala… ese fue el momento donde me despedí de ella… fue duro…las piernas se me aflojaron…lloré…lo reconozco…no soy de hierro…

Mamá ya no estaría más!!!

Soñaba con que mi mamá me viera graduar, que viera a sus nietitos algún día, que estuviera conmigo más tiempo…pero no fue así porque los caminos de Dios a veces no lo entendemos…

En el velatorio, tenía paz…era mamá la que había fallecido…sí era mama…pero me aferraba a cada momento de lo que ella un día me enseño acerca de Dios y sus promesas…

Luego del entierro, volver a casa…

Silencio…
Mamá no está…
Mamá no cocina más…
Mama no limpia más…
La que antes irritaba mis oídos con sus consejos ahora no está...Cómo se extraña!!! Dicen por ahí que uno no valora algo hasta q lo pierde!!

Sabés algo??

Hoy mamá no está…pero tengo muy claro que cuando mi Jesús venga a buscar a su pueblo…al sonido de la trompeta…cuando los muertos resuciten…ahí estará mi mamá…y esos dos hermanitos que no pudieron ver la luz de este mundo…

Yo quiero estar ahí ese día…quiero prepararme para estar en pie…y abrazar fuerte a mi mamita!!!

También quiero verte a vos!! Date cuenta q la vida es un suspiro… que de un momento a otro podemos desaparecer…

Quiero invitarte a que valores a los que te rodean…cuando no los tengas…te dolerá mucho no haberlos disfrutado como se merecen…pero sabes que??

Tengo una seguridad, una esperanza, una certeza…

Veré a mi mamá en el día final….

Y más aún…


VERE A JESÚS...

Y viviré con Él por la eternidad…
Quiero que vos estés también…el cielo no será lo mismo sin vos…
No dejes q el tiempo siga pasando, el tiempo es tirando y se va cuando menos lo esperamos…

miércoles, 29 de octubre de 2008

¿Ya te decidiste?


¿Y tú? ¿Ya te decidiste? ¿0 estás entre las multitudes en el valle de la decisión? Dios está dispuesto a hacer todo por ti. Lo único que no puede hacer es tomar la decisión por ti. Esa es tu parte. ¿Por qué no decidir hoy y dar la mayor sorpresa de la vida a tu familia? Estaré orando por ti, aunque no te conozco. ¡Decídete ahora por Jesús!


"Mira que estoy a la puerta y llamo. Si oís mi voz y abrís la puerta,
entraré, y cenaremos juntos".

Historia de un gran predicador

"Muchos pueblos en el valle de la Decisión;
porque cercano está el día de Jehová
en el valle de la Decisión".
Joel 3:14.

Habían transcurrido 34 años desde el día en que mi madre había aceptado a Jesús y mi padre había oído hablar del Salvador por primera vez. Al comienzo él hizo muy difícil las cosas para la joven esposa que había decidido unirse a la iglesia. Después, con el tiempo, se dio cuenta de que el cristianismo era un muro de protección para los hijos y decidió apoyar a la familia en la iglesia, pero nunca se comprometió con Dios. Era un buen padre de familia, un marido ejemplar -no fumaba, no bebía y no tenía algún otro vicio-, pero no quería un compromiso mayor con Jesús.
Los años pasaron, en el fondo del corazón siempre llevaba la tristeza de saber que mi padre no se decidía en favor de Cristo.
"Yo no hago mal a nadie", decía cada vez que hablaba con él sobre el tema.

Durante muchos años coloqué, en mis oraciones personales, el nombre de mi padre ante Dios, hasta que un día, de regreso a mi país en la época de Navidad, mi padre me dio la agradable sorpresa de que había aceptado a Cristo.
Una noche descubrí que mi padre no tenía más que dos meses de vida, porque un terrible cáncer lo estaba consumiendo.
Antes de partir al país donde trabajo, entré en su cuarto. Tenía el rostro arrugado por el tiempo y el cuerpo consumido por la enfermedad. Sabía que lo estaba viendo por última vez en la tierra, y sentí ganas de llorar, pero su sonrisa me animó: "Ve en paz, hijo, cumple tu sueños, yo ya no tengo miedo de nada. Ahora conozco a Jesús".
Un mes después de mi partida recibí la triste noticia de que mi padre había descansado en la bendita esperanza de ver a sus hijos cuando Jesús retornara.

Los profetas, ¿viejos rayados y anticuados?

Malaquías, que escribe por el año 425 aC., ya tiene la esperanza de ver al Mesías prometido.
Hoy aceptamos que la Dios se hizo carne y acampó entre nosotros, y ese Dios vendrá por sus hijos muy pronto.

"Cuando el Hijo del hombre venga, rodeado de esplendor y de todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. La gente de todas las naciones se reunirá delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda".

¿Dé que lado querés estar vos?


"Día alegre viene"

'Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: 'Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme.'

Entonces los justos preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?'

El Rey les contestará: 'Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.'
Mateo 25:34-40

"Día triste viene"

"Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: 'Apártense de mí, los que merecieron la condenación; váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; anduve como forastero, y no me dieron alojamiento; sin ropa, y no me la dieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no vinieron a visitarme.'

Entonces ellos le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?'

El Rey les contestará: 'Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas personas más humildes, tampoco por mí lo hicieron.'

Esos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna."
Mateo 25: 41-46

"Día grande viene"

Día grande viene, un día grande,
día grande viene y cerca está,
cuando justos y malos
separados quedarán.
¡Oh! hermano, ¿apercibido estás?

Día triste viene, un día triste,
día triste viene y cerca está,
cuando: "Id, pecadores,
no os conozco", el Juez dirá.
¡Oh! hermano, ¿apercibido estás?

Día alegre viene, un día alegre,
día alegre viene y cerca está;
mas su luz brilla sólo en
los que aman al Señor.
¡Oh! hermano, ¿apercibido estás?

¿Te hallas listo?, ¿te hallas listo
para el fallo del gran tribunal?
¿Te hallas listo?,
¿te hallas listo para el tribunal?

¿Terrible o Feliz?


יום יהוה es "El día de YHWH"


Para algunos terrible y para otros feliz. Depende de en que bando estés.

Sólo dos escuadrones, el ganador que tiene a Cristo como General, o el perdedor liderado por el soldado Satanás. La mente humana es el campo de batalla. Las balas cruzan a centímetros tuyos, algunas te pegan... Sólo por haber nacido en este mundo estás metido en el Conflicto de los Siglos.

Podés decidir estar de un lado o del otro. No hay término medio, o blanco o negro. O juntás o desparramás. Con Cristo o en contra de Él.


¿Dé que lado estarás?


El Día de Jehová viene “ardiente como un horno”. El cuadro de un horno que arde, habla de la ira de Dios en el día del juicio final. El impacto de este día es que “todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán como paja para el horno". “Aquel día que vendrá los abrasará…y no les dejará ni raíz ni rama”. Destrucción total en el Día del Señor.

O por el contrario:

Los que temen a Jehová encontrarán “justicia” y “salvación”. Entonces “nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación”. Ese "sol de justicia” es el Mesías que “en sus alas traerá sanidad”. El resultado de final para los fieles: gran gozo.

Diáologo arrogante...


En estas ocho preguntas puede verse claramente la pésima condición en la que se hallaba el pueblo de Israel. Malaquías las menciona, y él mismo brinda las respuestas de Dios.
Las preguntas son las siguientes:
  • ¿En qué nos amaste? (1:2)
  • ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? (1:6)
  • ¿En qué te hemos deshonrado? (1:7)
  • ¿Por qué? (2:14)
  • ¿En qué le hemos cansado? (2:17)
  • ¿En qué hemos de volvernos? (3:7)
  • ¿En qué te hemos robado? (3:8)
  • ¿Qué hemos hablado contra ti? (3:13)

Cada una de estas preguntas está precedida por la expresión “dijisteis”. Estas preguntas nos indican el grado de malicia e insolencia que este pueblo tenía para con Dios.

Muchas veces somos como los israelitas de antaño, dudamos incluso del amor invariable de Dios. Él en su gandísisisimo amor nos aguanta y nos responde cada uno de nuestras preguntas atrevidas.

Es Dios, pero nos referimos a Él como si fuera nuestro hijo. Nos damos el lujo de exigirle cosas, de recriminarle otras, de llorarle caprichosamente para acceda a nuestros pedidos. En otras palabras queremos dominar a Dios como si fuera un títere.

¡Que amor que nos tiene Dios!

martes, 28 de octubre de 2008

El amor de Dios...


El amor de Dios por nosotros no es de hoy ni de ayer. Nos ha amado desde antes que viniéramos al mundo. Si Dios nos ama hoy, nos ha amado desde siempre, pues Él no cambia.


El amor de Dios, piensa en el si eres uno de esos que carecen de amor, piensa que hay un ser que te ama con un amor inconmensurable, infinito; que te creó por amor, te cuida por amor y te alimenta y sigue tus pasos amorosamente. Que si te portas mal, te corrige, porque te ama. Y que si lo dejas y le das la espalda, te sigue amando y hará todo lo posible para que regreses a Él. Ese ser es Dios, que por boca del profeta Jeremías te dice: “Con amor eterno te he amado…” (Jr 31:3).


El amor de Dios por nosotros no es de hoy ni de ayer. Nos ha amado desde antes que viniéramos al mundo. Si Dios nos ama hoy, nos ha amado desde siempre, pues Él no cambia. Así como la madre ama al hijo que está en su seno y espera amorosamente su nacimiento, de manera semejante Dios nos ha llevado en su mente, como si estuviera en cinta, desde toda la eternidad. Cuando llegó el momento de nuestra concepción, que Él presidió de una forma para nosotros misteriosa, dio forma a nuestro cuerpo y a nuestra alma en el vientre de nuestra madre. Y luego nos recibió en sus brazos con más amor que el amor con que nos acogió nuestra propia madre. Y está deseando acogernos un día en su reino para derramar sobre nosotros -ya sin las trabas de la carne- todas las bendiciones que su amor nos ha preparado.


El amor de Dios es incondicional. Nos ama no porque seamos “amables”, esto es, dignos de ser amados, sino porque nos ha creado, porque somos hechura suya. Nos ama porque está en su naturaleza amar. No puede dejar de amarnos porque “Dios es amor”, según dice el apóstol Juan (1Jn 4:7,8).


El amor es la materia prima de la que Dios está hecho es amor. Así como una olla está hecha de barro y una silla de madera, Dios está hecho de amor. Podemos decir pues en cierta manera que Dios está condenado a amarnos, así como el agua está condenada a mojar todo lo que toca y el fuego está condenado a quemar, porque ello está en su naturaleza. Por eso es que el hombre no puede hacer nada para que Dios deje de amarlo. El profeta Isaías lo expresa muy bien cuando dice: “He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpido.” (49:16). Aunque quiera no puede sacarte de sus manos. Pablo lo expresa también en bellos términos: “Por lo cual estoy seguro que ni la muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús.” (Rm 8:38,39).


El amor de Dios nos une a su corazón y ningún acto, ninguna persona, ninguna ofensa, ni aun nuestros más grandes pecados pueden separarnos de ese amor. Ni nuestro olvido, ni nuestra ingratitud. Nada podemos hacer para que deje de amarnos. ¡Absolutamente nada!
El amor de Dios...

Amor eterno y del bueno…


"Yo soy el Señor. No he cambiado. Y por eso ustedes, descendientes de Jacob, no han sido aniquilados. Ustedes se han apartado de mis preceptos, como se apartaron sus antepasados, y no han querido obedecerlos. Yo, el Señor todopoderoso, les digo: ¡Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes! Pero ustedes dicen: ¿Por qué hemos de volvernos a ti?"
(Mal. 3:6,7.)


En la última página de historia y de profecía encontramos una declaración del amor persistente de Dios.

El invariable amor de Dios se declara en las palabras iniciales “Yo os he amado”, dice Jehová. Palabras hermosas, incluso en la traducción, aunque en ella pierden un poco el significado del hebreo. El hebreo tiene muchos más tiempos verbales que nuestras lenguas, y el tiempo que emplea sugiere más que un simple pasado: “Os he amado”. En el hebreo se denota continuidad, no nos dice que este amar fue pasado, sino que es algo persistente de modo indefinido: “Os he amado, os amo, y os amaré”, dice el Señor.

“El amor no es amor,
Si cambia al cambiar las condiciones”
Shakespeare

Esta es una afirmación maravillosa, y si es verdad, entonces los hombres no sabemos mucho de amor. El amor humano es veleidoso. Pero el amor de Dios es tal que no se altera aún cuando se alteren las condiciones.

Pese al dolor que causamos en su corazón al ir en contra de su voluntad, Él nos sigue amando como siempre. Hemos herido el corazón de Dios, le hemos lastimado, le hemos tratado injustamente.

Pero hoy, siglo XXI, las palabras siguen vigentes: Yo los amo, a pesar de ustedes mismos, porque “con amor eterno los he amado” (Jer. 31:3)

lunes, 27 de octubre de 2008

Un Sello de Calidad Divina!!

םשא דבר־ יהוה אל־ישראל ביד םלאכי

Parece en Hebreo no??
Sí, lo es...
Es Malaquías 1:1
"Este es el mensaje que el Señor comunicó al pueblo de Israel por medio del profeta Malaquías."

Nos queda muy claro que no son palabra de Malaquías,
sino del mismísimo Dios por medio él.

Dios le proyecta la película al profeta, y lo capacita para que él escriba en sus palabras.

El Autor del mensaje es Dios mismo, y el escritor es Malaquías.

El pensamiento es divino, la letra y el idioma es humano.

Un mensaje directo del corazón de Dios para mi vida.

Del siglo V aC. hasta el siglo XXI dC.
¡Qué bárbaro es Dios!

Aún nos habla.




domingo, 26 de octubre de 2008

A modo de introducción…

Sabías que…?

Nombre: “Mi mensajero” o “Mensajero de Dios”.
(Del hebreo Malakhiyah, מַלְאָכִי)

Fecha: Alrededor del 450 aC.


Lugar del ministerio: Jerusalén.

Destinatarios: Los judíos regresados del cautiverio, y los sacerdotes (1:6; 2:1)

Propósito y tema: El libro de Malaquías puede considerarse como un resumen miniatura del Antiguo Testamento.

Temas:

  • el amor de Dios hacia Israel.
  • ¡ojo sacerdotes! Le fallaron a Dios.
  • ¡ojo laicos! No le fallen a Dios.
  • guarden la ley por favor y esperen la venida de Cristo.

Otras cronologías: Luego del último mensaje del Antiguo Testamento, dado por Malaquías, siguieron 400 años de silencio durante los cuales Dios no se dirigió a su pueblo hasta que Juan el Bautista se levantó para preparar el camino del Señor (cfr. Malaquías 3:1 y Marcos 1:2).

Profeta: último de los tres posteriores al exilio.

Sello de Dios: “así dice Jehová” aparece unas 25 veces en todo el libro.

Resumen: Este libro denuncia el menosprecio del pueblo por su Padre celestial, manifestado a través de la adoración. Los sacerdotes le ofrecen cualquier cosa, han desviado al pueblo con falsas instrucciones, por lo que ha habido mezcla. Por otro lado presenta la gracia de Dios en el pasado y presente, así como la purificación sacerdocio y restauración de la familia que actuarán en los tiempos de la venida del Mesías.



Luego de un año...


Volvemos luego de un año para presentarles la vida,
obra y ministerio del profeta Malaquías.
Préparate para descubrir la vida de un grande, de "mi mensajero"
¡Espero que a partir de mañana puedan disfrutar
de las enseñzas de la Biblia!


Bendiciones.



El Ministro