viernes, 16 de julio de 2010

“Sólo busco el aplauso de Dios”


Crisis de valores, donde a lo bueno se llama malo y a lo malo, bueno... esta es la sociedad en donde nos toca vivir. Uno a uno los principios se resquebrajan...
Sin dudas el corazón de Dios llora ante tales situaciones.
Las profecías bíblicas se están cumpliendo al pie de la letra, y no debe sorprendernos la degradación moral que está imponiéndose como una moda en nombre de lemas como “libertad de expresión” o “igualdad de derechos”.
Pero Dios en su Palabra, la Biblia, nos deja recomendaciones que están lejos de coartarnos la libertar para ahorrarnos muchos dolores de cabezas innecesarios.
Es por eso que “La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos” (La educación, p. 57).

En esta oportunidad quiero presentarles a la jueza de paz Marta Covella quien sostuvo que "Dios no aprueba" las uniones de parejas homosexuales.
Ya se había expresado en contra de la idea de que se modifique el Código Civil en pos de permitir las bodas en parejas del mismo sexo. A pesar de ya estar sancionada la ley, reiteró su postura.
"Yo tengo principios cristianos y la Biblia dice que Dios no aprueba esto. Entonces no puedo hacerlo, siento que no debo hacerlo", continuó la jueza de paz.
Covella sostuvo: "La Biblia me dice que yo debo obedecer la ley de Dios, no la ley de los hombres. A veces las leyes de los hombres son leyes equivocadas que uno tiene que aceptar o no".
Desconozco la fe que profesa esta funcionaria pública de la Pampa, pero veo la integridad de su persona y el deseo de ser fiel a su conciencia y a los principios bíblicos.
Rescato finalmente sus palabras: "Yo no busco ni la maldición ni el aplauso de nadie. Yo sólo busco el aplauso de Dios, es lo único que me interesa".

"No quiero el aplauso del mundo falaz;
prefiero en las filas de Cristo servir.
La fama del mundo es liviana y fugaz;
prefiero por siempre a Jesús seguir"



Disponible en http://www.infobae.com/general/526617-101275-0-La-jueza-que-se-niega-casar-parejas-gay-dijo-que-busca-el-aplauso-Dios; 16-07-10

jueves, 24 de junio de 2010


Un artículo en National Geographic varios años atrás mostraban una foto impactante de las Alas de Dios.
Después de un incendio forestal en el Parque Nacional de Yellowstone, los guardabosques iniciaron una larga jornada montaña arriba para valorar los daños del incendio.
Un guardabosque encontró un pájaro literalmente petrificado en cenizas, posado cual estatua en la base de un árbol. Un poco asombrado por el espeluznante espectáculo, dio unos golpecitos al pajarillo con una vara.
Cuando lo hizo tres diminutos polluelos se escabulleron bajo las alas de su madre ya muerta.
La amorosa madre, en su afán de impedir el desastre, había llevado a sus hijos a la base del árbol y los había acurrucado bajo sus alas, instintivamente conociendo que el humo tóxico ascendería. Ella podía haber volado para encontrar su seguridad, pero se había negado a abandonar a sus bebes.

Cuando las llamas llegaron y quemaron su pequeño cuerpo ella permaneció firme. Porque había decidido morir para que aquellos que estaban bajo sus alas pudiesen vivir.

Salmo 91:4 “Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro”

“Ser amado de esta manera debería marcar una diferencia en tu vida. No olvides a Aquél que te amó y murió por ti.Tu vida debería ser diferente sólo por eso.”

¿¿Habrá Templo en el Cielo??


Pregunta: La visión de Juan (registrada en Apocalipsis 21:22) y la visión de Elena de White (registrada en Early Writings, prefacio de marzo de 1963), ¿son realmente contradictorias? ¿Qué explicación posible le damos a esto?

El apóstol Juan dice en Apocalipsis 21:22 registra lo siguiente: “Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero”. Por otra parte, Elena de White en Early Writings (Primeros Escritos), prefacio de marzo de 1963 expresa: “En la ciudad yo vi un templo, en el cuál entre”. Esto implicaría una aparente contradicción entre el apóstol y Elena de White. El presente artículo pretende traer en cierta medida luz a este tema.
Primeramente sería conveniente recordar un principio hermenéutico: un texto bíblico aislado, no debería oscurecer un tema claramente revelado. Por el contrario, se debería leer este texto en el marco de la luz recibida, y no olvidarse en el contexto donde el mismo se desarrolla.
Por otro lado sería interesante definir la palabra “templo” (del griego naos) como la morada de la divinidad, y en segunda instancia un lugar de culto en su honor. Esta definición de templo se ve claramente en Éxodo 25:8: “Y me harán un Santurio, y habitaré en medio de ellos”. (Ver también Sal. 11:4; Hab. 2:20; Sof. 1:7).
El término templo se amplía a lo largo de la Biblia. En el Antiguo Testamento aparece el Santuario o Tabernáculo de la Reunión (ver Ex. 25:8; 40:34), en este reposaba la “Shekinah” (Gloria de Dios). Este templo fue hecho por Moisés conforme al modelo que Dios le mostró (Ver Ex. 26:30), fue utilizado principalmente por él y por Josué. Luego se hace referencia al Templo construído por Salomón en Jerusalén alrededor del 960 aC. (Ver 1 Rey. 6 y 8:11,12) En este edificio estaba el arca del Testimonio y la “Shekinah”.
En el Nuevo Testamento encontramos que nuestro cuerpo es un templo. El apóstol Pablo expresa en 1 Corintios 3:16: “¿No saben que su cuerpo es templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?” (Ver 1 Cor. 6: 19, 20 y Ef. 2:21).
Finalmente encontramos el Templo en el cielo. Juan mismo presenta la existencia de un templo (Ver Ap. 7:15; 11:1,19; 15:5,8; 21:3). Esto nos llevaría a pensar que Juan se contradice a sí mismo, algo realmente inconcebible dentro del marco de inspiración de la Biblia. Por otro lado, el Antiguo Testamento presenta textos que sugieren la existencia de un templo en el cielo. “Y de mes en mes y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar ante mí” (Is. 66:23; Ver Ex 25:9; Dt 26:15; 2 Crónicas 30:27; Sal 11:4; Sal 18:6; Sal 109:19; Is 6:1). ¿Puede Juan contradecir los escritos del AT? Creemos que no.
Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento revelan la existencia de un templo en la Santa Ciudad. Elena de White, al igual que los autores bíblicos, vio un templo. Por lo tanto hay perfecta armonía entre la enseñanza bíblica y la revelación de de la Sra. White. El pastor Willian Barclay propone que, por las descripciones dadas en Apocalipsis la ciudad es un perfecto cubo, indicando que toda la ciudad sería el Lugar Santísimo (donde estaba la presencia de Dios en el Santuario terrenal. Ver Ex. 26 y Ap. 21:6). Por lo tanto no hay necesidad de templo porque en toda ella está plena y constantemente la presencia de Dios.
En el Conflicto de los Siglos, página 427, leemos lo siguiente: “No vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero (Ap. 21:22). El pueblo de Dios tiene el privilegio de mantener una comunión abierta con el Padre y con el Hijo. Ahora contemplamos la imagen de Dios como en un espejo, pero entonces lo veremos cara a cara, sin ningún velo que lo oculte”.
No olvidemos que “ahora el Tabernáculo de Dios está con los hombres. El morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios” (Ap. 21:3).
Concluimos pues que el pecado ha quebrado la relación personal entre el Creador y sus criaturas. Dios, en su deseo de restablecer el diálogo establece un espacio físico dedicado a tal fin. Por lo tanto, cuando el pecado sea destruido, no habrá más necesidad de un edificio tal como nosotros lo imaginamos, una estructura con cortinas -santuario- o con paredes -templo-, porque la ciudad será un templo ya que Dios morará allí.

lunes, 21 de junio de 2010

CREER ES UNA DECISIÓN....



Jesús fue confrontado con la pregunta de los líderes judíos: ¿Eres tú el Hijo de Dios? (Luc. 22:66,70).
La respuesta de Jesús es reveladora: “Si se los dijera a ustedes no me lo creerían” (vers.67).
Se destacan aquí dos puntos:
1. El respeto que Dios tiene por tu libertad. Dios reconoce la posibilidad de que no creas. Su Palabra es omnipotente, podría transformar completamente el pensamiento humano al ser pronunciada. La Palabra de Cristo hubiese tenido suficiente poder para hacer creer a esas mentes que Él era el Hijo de Dios. Pero Dios respeta el libre albedrío del ser humano y se auto limita, limita el poder de su Palabra para respetar el espacio que le corresponde a tu decisión. Y entonces Jesús reconoce que aún pronunciando con su Palabra omnipotente que Él es Dios, el ser humano puede elegir no creer.


2. La dureza del corazón humano. En el griego hay un énfasis: “aunque se los diga yo mismo, Uds. no me lo creerían”. ¡Qué duro es el corazón humano! Dios nos da suficiente evidencia para que creamos en Él. Él mismo nos habla de muchas maneras: la naturaleza, la conciencia (mediante la voz del Espíritu Santo) su providencia y especialmente su Palabra. Él nos habla, pero aún así el ser humano muchas veces no cree. EL HABLA, PERO EL SER HUMANO NO OYE. U oye lo que quiere oír, hace un uso caprichoso de las evidencias que Dios le da para creer. Jesús lo está diciendo así: si no les digo que soy el Hijo de Dios ustedes decidirán que no lo soy; y si les digo que soy el Hijo de Dios, ustedes igualmente decidirán que no lo soy, porque decidirán que estoy mintiendo, porque en realidad han decidido no creer. El corazón humano es duro y mientras decida no creer, aunque Dios mismo le hable escuchará sólo lo que quiere escuchar.
Seamos sinceros con nosotros mismos: ¿acaso Dios no nos da suficientes evidencias para que creamos en Él? ¿Estamos viendo esas evidencias para fortalecer nuestra fe o estamos encerrados en nuestra incredulidad o quizá en nuestro desánimo y nuestra fe está estancada?

Pero algo que resalta de esta respuesta de Cristo es que creer es una decisión. Puedes tener toda la evidencia necesaria para creer, pero debes decidir creer. O, puedes estar pasando por un momento difícil, por una prueba, por una crisis que trae oscuridad a tu vida, y en medio de esa oscuridad no logras ver la mano de Dios, no puedes ver las evidencias del amor de Dios, y sin embargo todavía puedes DECIDIR CREER.

Un himno dice: si la fe me abandonare Él me sostendrá. Aún en una crisis de fe, puedes clamar desde tu corazón: Decido creer. Aunque la tormenta en este momento nubla mi visión, decido creer. Aunque por el dolor no puedo ver tu rostro Señor, decido creer.

Podemos decir con Pedro (S.Juan 6) Señor ¿a quién iremos, tú tienes Palabras de vida eterna? Cuándo estoy a punto de dejar de creer ¿a dónde voy? ¿dónde me refugio? ¡Necesito volver a ti Señor!

Podemos decir como aquel padre: creo, pero ayuda a mi incredulidad. Y Dios responderá. Y él hará el milagro de renovar tu fe. Te invito a que HOY RENUEVES TU DECISIÓN DE CRER. ÉL TE SOSTENDRÁ.

domingo, 20 de junio de 2010

Huellas en la arena



Una noche en sueños ví que con Jesús caminaba
junto a la orilla del mar bajo una luna plateada.

Soñe que veía en los cielos mi vida representada
en una serie de escenas que en silencio contemplaba.

Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando
mientras con Jesús andaba, como amigos, conversando.

Miraba atento esas huellas reflejadas en el cielo,
pero algo extraño observé, y sentí gran desconsuelo.
Observé que algunas veces, al reparar en las huellas,
en vez de ver los dos pares veía sólo un par de ellas.

Y observaba también yo que aquel solo par de huellas
se advertía mayormente en mis noches sin estrellas,
En las horas de mi vida llenas de angustia y tristeza
cuando el alma necesita más consuelo y fortaleza.

Pregunté triste a Jesús: "Señor, ¿Tú no has prometido
que en mis horas de aflicción siempre andarías conmigo?
Pero noto con tristeza que en medio de mis querellas,
cuando más siento el sufrir,veo un sólo par de huellas.
¿Dónde están las otras dos que indican Tu compañía
cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía?

Y Jesús me contestó con ternura y compasión:
"Escucha bien, hijo mío, comprendo tu confusión.-
Siempre te amé y te amaré, y en tus horas de dolor
siempre a tu lado estaré para mostrarte Mi Amor.

Mas si ves sólo dos huellas en la arena al caminar,
y no ves las otras dos que se debieran notar,

Es que en tu hora afligida, cuando flaquean tus pasos,
no hay huellas de tus pisadas porque te llevo en Mis brazos".

jueves, 17 de junio de 2010

Mi mejor Amigo..


¡Hola… soy Jesús!
Yo estoy a tu lado y soy aquél que nunca pierde la fe en tus sueños.
Soy yo quien algunas veces altero tu itinerario, y hasta atraso tus horarios para evitar accidentes o encuentros desagradables.
Sí, soy yo quien habla a tu oído aquellas "inspiraciones" que tú crees que acabaste de tener como “gran idea”.
Soy yo quien te causa aquellos arrepíos cuando te aproximas a lugares o situaciones que te van a colocar en peligro.
Y soy yo quien llora por ti cuando tú, con tu terquedad, insistes en hacer todo al contrario sólo para desafiar al mundo.
Cuantas noches pasé en la cabecera de tu cama velando por tu salud, cuidando de tu fiebre y renovando tus energías.
¿Cuántos días yo te sujeté para que tú no entrases en aquel ómnibus, auto y hasta avión?, ¿por cuántas calles oscuras yo te guié con seguridad?
No sé, ya perdí la cuenta, y eso no importa.
Lo que realmente importa, y lo que me deja triste y preocupado, es…
…cuando tú asumes la postura de víctima del mundo
…cuando tú no crees en tu capacidad para resolver los problemas
…cuando tú aceptas las situaciones como insolubles
…cuando tú paras de “luchar” y simplemente reclamas de todo y de todos
…cuando tú desistes de ser feliz y culpas a otra persona de tu infelicidad
…cuando tú dejas de sonreír y asumes que no hay motivos para reír cuando el mundo está repleto de cosas maravillosas
…cuando te olvidas hasta de mí
Yo soy Jesús, aquél que Dios dio para morir en tu lugar en la cruz del calvario, en sacrifico, para que los pecados del mundo fuesen perdonados.
Ya que me dejaron hablar directamente contigo, me gustaría recordarte, que estoy a tu lado siempre, aun cuando tú crees estar totalmente solo y abandonado, hasta en este momento yo estoy agarrando tu mano, yo estoy consolando a tu corazón, yo estoy mirándote, y por amarte demasiado, me quedo triste con tu tristeza.
Pero, como yo sé que tú naciste para adorar a mi padre que está en los cielos, le agradezco a Él la oportunidad bendita de conocerte y cuidar de ti, porque tú eres realmente muy especial para mí.
¡Soy Jesús creo en ti!
Ora, alaba, agradece… Yo estoy aquí contigo, oyéndote:

“Santo Dios, Señor mío, celoso guardador, si a mí se me confió el conocerte, rige mi vida, guárdame e ilumíname, Amén”

lunes, 7 de junio de 2010

I HAVE A DREAM….



En 1964, con solo 35 años, Martín Luther King fue el ganador del Premio Nobel de la Paz, por causa de su constante lucha contra la violencia y su defensa por los derechos civiles. Fue el principal motivador de la histórica marcha hacia Washington, el 28 de agosto de 1963, de la que participaron 200 mil personas. Ante aquella multitud, junto a las rejas del Memorial Lincoln, Luther King dijo con emoción:
“Sueño con el día en que `todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá` (Isa. 40:4,5).
“No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de que marchemos hacia el frente. No podemos volver atrás. No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.
“No olvido que muchos de ustedes están aquí tras pasar por las grandes pruebas y tribulaciones, golpeados por las tormentas de las persecución y sacudidos por los vientos de la brutalidad. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención. Vuelvan con la sabiduría de que alguna forma esta situación puede ser y será cambiada. No nos deleitemos en el valle de la desesperación. Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño arraigado profundamente.
“Yo tengo un sueño de que un día los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos sean capaces de sentarse en la mesa de la hermandad.
“Entonces dejen de resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres, desde las grandes montañas, desde los picos nevados, desde los curvados picos, desde cada colina y cada topera, desde cada ladera, ¡dejen sonar la libertad!
“Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada Estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos d Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un negro spiritual: ` ¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios Todopoderoso, ¡Por fin somos libres!´”

Es conmovedor pensar en los ideales que impulsaron a Luther King a soñar y a luchar en defensa de los derechos de los desprotegidos y, finalmente ser recompensado con el Premio Nobel de la Paz.
Por otro lado, es más conmovedor pensar en nuestro sueño, que debe coincidir con el sueño de Jesús, de ver a sus hijos preparados para la eternidad, cuando los muros de separación serán destruidos, cuando todos seremos uno, cuando la esclavitud del pecado llegue a su fin, y comience la verdadera libertad. Entonces, recibiremos el Premio Nobel de la Esperanza, la corona de vida eterna.

MARANATA
¡Cristo viene!