jueves, 25 de noviembre de 2010

La Serpiente de Bronce Levantada


"El Príncipe de los predicadores", Charles Spurgeon, presentó un sermón en cierta oportunidad en cuanto al registyro bíblico de Números 21:4-9.

“Notemos que las serpientes ardientes llegaron en medio del pueblo, antes que nada, porque ese pueblo había despreciado el camino de Dios y el pan de Dios. "Y se desanimó el pueblo por el camino." Era el camino de Dios, Él lo había escogido para ellos, y lo había elegido en sabiduría y misericordia, pero ellos murmuraron contra el camino. Como afirma un viejo teólogo: "era solitario y prolongado", pero, aun así, era el camino de Dios, y, por tanto, no tenía que ser aborrecible: Su columna de fuego y de nube iba delante de ellos, y Sus siervos, Moisés y Aarón, los conducían como un rebaño, y debieron haberles seguido alegremente. Cada paso de su recorrido previo había sido ordenado rectamente, y debieron haber estado sumamente seguros de que ese rodeo de la tierra de Edom, fue también ordenado rectamente. Pero, no; ellos altercaron con el camino de Dios, y querían que fuera a su manera. Esta es una de las permanentes necedades de los hombres; no pueden contentarse con esperar en el Señor y guardar Su camino, sino que prefieren una voluntad y un camino propios.

El pueblo también altercó con la comida de Dios. Él les suministró lo mejor de lo mejor, pues "pan de nobles comió el hombre"; pero ellos se refirieron al maná con un título oprobioso, que en el hebreo contiene un matiz de ridículo, y aun en nuestra traducción, transmite la idea de desprecio. Decían: "Nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano", como si lo consideraran insustancial y útil sólo para inflarlos, porque era de fácil digestión, y no producía en ellos ese calor de la sangre y la tendencia a las enfermedades que una dieta más pesada habría producido. Estando descontentos con su Dios, ellos altercaron con el pan que puso sobre su mesa, aunque sobrepasaba a cualquiera que el mortal hubiere comido jamás antes o después.

Esta es otra de las necedades del hombre; su corazón rehúsa alimentarse de la palabra de Dios o creer en la verdad de Dios. El hombre apetece el alimento de carne de la razón carnal, los puerros y los ajos de la tradición supersticiosa, y los pepinos de la especulación; no puede tolerar que su mente se rebaje a creer en la Palabra de Dios, o a aceptar una verdad tan simple, tan adecuada a la capacidad de un niño. Muchas personas demandan algo más hondo que lo divino, más profundo que lo infinito, más liberal que la gracia inmerecida. Altercan con el camino de Dios, y con el pan de Dios, y por eso se presentan entre ellos las serpientes ardientes de la concupiscencia maligna, de la soberbia y del pecado.

Yo me podría estar dirigiendo a algunas personas que hasta este momento han altercado con los preceptos y con las doctrinas del Señor, y quisiera advertirles afectuosamente que su desobediencia y su presunción conducirán al pecado y al abatimiento. Los rebeldes contra Dios son propensos a volverse peores y peores. Las modas del mundo y las corrientes del pensamiento alientan los vicios y los crímenes del mundo. Si anhelamos los frutos de Egipto, pronto nos enfrentaremos a las serpientes de Egipto. La consecuencia natural de volverse contra Dios, como serpientes, es encontrar serpientes que acechan nuestro paso. Si abandonamos al Señor en espíritu, o en doctrina, la tentación pondrá una emboscada en nuestro camino y el pecado morderá nuestros pies”

2 comentarios:

Edgardo Torres dijo...

Muy buen tema Porto, te felicito! es muy importante saber que toda la Biblia se interpreta por ella misma.
Lo primero que se me vino a la mente es la tipologia que existe en cuanto a la serpiente de bronce levantada en el desierto para la sanación del publo, en el AT y Jesucristo levantado en la cruz, en el NT, para curarnos del pecado... Solo tenemos que mirar.
Dios te bendiga!

Ministro dijo...

Gracias por estar del otro lado!

Hay otro elemento que podrías trabajar, si te interesa que es la imagen del león...león de Judá vs. león rugiente

Dios te bendiga...muy bueno tu blog